Zac Posen anuncia el cierre definitivo de su marca

El adiós a la firma del célebre diseñador americano se atribuye a motivos económicos

Zac Posen anunció el pasado viernes a través de Instagram la suspensión de actividades de House of Z, su atelier de Nueva York: “Estoy agradecido con el equipo que me ha prestado su talento y compromiso incomparables a lo largo de este camino. Me mantengo increíblemente orgulloso de lo que hemos creado, y optimista de cara al futuro.” Desde muy joven, su nombre se convirtió en una constante en las alfombras rojas, siendo el favorito de personalidades como Naomi Campbell, Sofía Vergara y Christina Hendricks. A pesar de ello, la marca llevaba varios años sobrellevando problemas financieros.

“He estado intentando encontrar al socio indicado desde hace ya algún tiempo, pero el tiempo se ha agotado…” – confesó a Vogue – “Y con la atmósfera tan complicada que hay… no es un momento fácil para la industria.”

Nacido en una familia de artistas, Posen exploró desde muy joven su faceta más creativa y extravagante, queriendo seguir los pasos de grandes iconos como Alexander Mcqueen y John Galiano. Con tan solo 21 años, fundó un pequeño taller en el salón de casa de sus padres. Entre sus amistades en aquel momento se encontraban su musa Claire Danes, Natalie Portman y Charles Shaffer, hijo de Anna Wintour. Con pocos recursos, en 2001 consiguió montar su primer desfile en una sinagoga abandonada y atrapar así la atención de la prensa. Todos estaban expectantes ante la llegada de una suerte de prodigio que prometía grandes cambios a la moda americana. Después del desfile, Isabella Blow – antigua editora de moda de Vogue y mano derecha de Anna Wintour en los ochenta – declaró: “Mcqueen es un disidente a modo de Jack El Destripador y este niño [Posen] es el equivalente, en mi opinión. Nunca había visto a un bohemio americano, parece un personaje de Edith Wharton. Predigo grandes cosas para él.” Y así fue. Su voz propia, su sentido de la artesanía y su amplio conocimiento de la anatomía del movimiento maravillaron al público y a la crítica.

A raíz de ese primer desfile, Sean Combs (alias P. Diddy) se ofreció como benefactor y lo introdujo en la flor y nata de la industria de la moda. En 2002 se presentó en Bryant Park y dos años después recibió el premio al mejor diseñador emergente por el Consejo de Diseñadores de Moda de América (CFDA). Le siguieron años de éxito, convirtiéndose en un aliado infalible de las celebridades más resonadas, pero el ritmo del negoció ya no era el mismo. El fenómeno fast fashion tomó al mundo por sorpresa y los diseñadores se vieron obligados a mantener el paso: en vez de dos colecciones al año, debían mostrar seis, y sin perder la calidad y el genio que los distinguía de la oferta menos exclusiva. La presión por mantener a flote una marca que nació de la buena voluntad de quienes creyeron en su visión artística quebró a Zac Posen. Después de superar muchos obstáculos creativos y económicos, pareció redimirse con su colección de Otoño 2014, donde recuperaba su pasión por los pliegues, los volantes y el american way of life.

En la gala MET de 2016, cuya temática era la moda en la era tecnológica, sorprendió a todos de la mano de Claire Danes con una creación de organza con fibra óptica, que se iluminaba como luciérnaga en la oscuridad. El nombre del diseñador ha seguido sonando en las entregas de premios y en los más exclusivos eventos; sin embargo, esto no ha sido suficiente para salvar el negocio.

“El Consejo de Administración está decepcionado con este resultado, pero ya no puede continuar con las operaciones y cree que una disposición ordenada en esta etapa es el mejor plan de acción, dadas las circunstancias”, anuncia el comunicado de prensa. La web de Zac Posen ya ha sido desactivada y la colección Primavera Verano 2020, mostrada en septiembre, no saldrá a la venta. Por ahora, el diseñador solo ha aclarado que, mientras considera sus opciones, se mantendrá como director creativo de la línea femenina de Brooks Brothers. Después de una prominente carrera con su marca homónima, aún está por verse qué le depara el futuro a esta excéntrica figura del diseño.